Estudios sobre: lengua, literatura y tradiciones culturales...

domingo, 18 de mayo de 2008

COMUNICACIÓN, EDUCACIÓN Y EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

La implantación en la sociedad de las denominadas "nuevas tecnologías", está produciendo cambios insospechados respecto a los originados en su momento por otras tecnologías, como fueron la imprenta y la electrónica. Sus efectos y alcance, no sólo se sitúan en el terreno de la información y comunicación, sino que lo sobrepasan para llegar a provocar y proponer cambios en la estructura social, económica, laboral, jurídica y política. Y ello es debido a que no sólo se centran en la captación y comunicación de mensajes, sino también a las posibilidades que tienen para manipularla, almacenarla y distribuirla.
Como señalan Castell y otros (1986, 13), "Un nuevo espectro recorre el mundo: las nuevas tecnologías. A su conjuro ambivalente se concitan los temores y se alumbran las esperanzas de nuestras sociedades en crisis. Se debate su contenido específico y se desconocen en buena medida sus efectos precisos, pero apenas nadie pone en duda su importancia histórica y el cambio cualitativo que introducen en nuestro modo de producir, de gestionar, de consumir y de morir". Sin lugar a dudas, estas denominadas “nuevas tecnologías” crean nuevos entornos, tanto humanos como artificiales, de comunicación no conocidos hasta la actualidad, y establecen nuevas formas de interacción de los usuarios con las máquinas donde uno y otra desempeñan roles diferentes a los clásicos de receptor y transmisor de información, y el conocimiento contextualizado se construye en la interacción que sujeto y máquina establezca.
En el diccionario de Santillana de Tecnología Educativa (1991), se las definen como los "últimos desarrollos de la tecnología de la información que en nuestros días se caracterizan por su constante innovación."
Estas definiciones, nos aportan algunos hechos significativos que nos van a dar algunas pistas del terreno donde nos vamos a mover. En primer lugar, lo ambiguo y general del término; que giran en torno a la información y los nuevos descubrimientos que sobre la misma se vayan originando; y que pretenden tener un sentido aplicativo y práctico.
En líneas generales las “nuevas tecnologías” lo que hacen es generar y procesar información, como es el caso de la utilización de la informática; facilitar el acceso a grandes masas de información y en períodos cortos de tiempo, como son los discos de CD-ROM y el acceso "on-line" a bases de datos bibliográficas; presentar al usuario la misma información con códigos lingüísticos diferentes, que le permitan centrarse en los que tiene una mayor predisposición o elegir los que se adecuan más a los contenidos emitidos, como son los hiperdocumentos; y la transmisión de la información a destinos lejanos, con costos cada vez menores y en tiempo real, como las videoconferencias. En relación a la aplicación de las “nuevas tecnologías” existe una ventaja directa de esta creación en el campo educativo y es la posibilidad que ofrecen para la simulación de fenómenos, sobre los cuales los alumnos puedan trabajar sin riesgo de ningún tipo, observar los elementos significativos de una actividad, proceso o fenómeno, o descomponer un producto en sus partes o en el proceso seguido para su elaboración. De igual manera, otra ventaja es la interactividad, en virtud de que permite a los estudiantes adquirir nuevos conocimientos y tener una visión de mundo mucho más amplia, a través del Internet. La mayoría de los medios de comunicación, convierten al usuario casi exclusivamente en un receptor de mensajes elaborados por otros, no brindan la posibilidad de participar de la interferencia con el mensaje diseñado, éste tiene que ser observado y analizado en la secuencia prevista por su autor. Por el contrario, las “nuevas tecnologías” permiten que el usuario, no sólo pueda elaborar mensajes, sino también, y es lo importante, decidir la secuencia de información a seguir, establecer el ritmo, cantidad y profundización de la información que se desea, y elegir el tipo de código con el que quiere establecer relaciones con la información. Todo ello dentro de unos márgenes, que pueden ir desde la libertad absoluta, hasta el movimiento en unos límites prefijados por el profesor o facilitador. Los medios de comunicación de masas... lejos de ser abolidos por las innovaciones técnicas se rejuvenecen y se actualizan. Por los aportes técnicos. Un claro ejemplo es el cine con el formato omnimax, que más que eliminar al cine, lo eleva a otros niveles de comunicación y espectacularidad. Pienso que cuando un sujeto "navega" con un hipertexto no sólo está construyendo el conocimiento y lo está adaptando a sus necesidades particulares, sino que también este está desarrollando el pensamiento asociativo. El análisis de las “nuevas tecnologías” tiende a centrarse en dos aspectos básicos: en sus posibilidades, capacidades y potencialidades para la transmisión de información, y en sus efectos socioculturales y políticos. Por lo general se olvida su análisis comunicativo. Para finalizar, es evidente e innegable la relación que existe entre la educación, la comunicación y el uso de las nuevas tecnologías, pues éstas han modificado los entornos clásicos y tradicionales de la comunicación y de la educación. Desde una perspectiva general se pueden señalar tres aspectos fundamentales de la intervención de las “nuevas tecnologías”, en relación con la comunicación y la educación: - Modificación en la elaboración y distribución de los medios de comunicación (el periódico digital). - Creación de nuevas posibilidades de expresión y adquisición de conocimientos (bibliotecas, enciclopedias, diccionarios virtuales, entre otros). - Desarrollo de nuevas extensiones de la información a través de la diversidad (el acceso a otras partes del mundo, comunicarse y ver a otras personas en tiempo real).
REFERENCIAS CONSULTADAS
CASTELLS, M. y otros (1986). El desafío tecnológico. España y las nuevas tecnologías, Madrid. Alianza Editorial. SANTILLANA (1991). Tecnología de la Educación. Madrid, Santillana. UNIVERSIDAD DE CANTABRIA. Las nuevas tecnologías en la educación. Santander, ICE de la Universidad de Cantabria, 245-267. http://tecnologiaedu.us.es/revistaslibros/12.htm 05/03/07

LECTURA, ESCRITURA E INTERPRETACIÓN DE TEXTOS

La lectura y la escritura son actividades interdependientes, prácticas complementarias y recíprocas, escribir es expresar con especial rigor y cuidado el arte de la lectura. Sin embargo, para escribir con efectividad es muy importante el nivel de experiencia lectural del sujeto, lo que implica haber leído antes en una proporción significativa, haber interpretado diversos textos y encontrado en éstos los argumentos suficientes para ser considerados en el momento de iniciar el proceso de escritura. Los textos son leídos e interpretados dependiendo de la disposición anímica del individuo, la edad, las áreas de interés, la interacción con su medio y las lecturas previas. Ser lector se puede convertir en una práctica gratificante siempre y cuando se realice de manera libre y los propósitos que se persiguen estén claros, entre algunos, se pueden nombrar los siguientes: se lee para comprender el mundo, para comprenderse a sí mismo o simplemente para vanagloriarse de ser un gran erudito; de cualquier forma, todas las opciones son válidas cuando el lector obtiene lo que se propone. La lectura es de por sí una actividad placentera cuando se ha convertido en un acto casi natural pero no siempre llega a ser una experiencia. A veces no pasa de ser una actividad más, por ejemplo, cuando se le convierte en una tarea, en un ejercicio de clase o en un pretexto más para hacer un “taller de promoción”. Para que la lectura resulte ser una experiencia, "hay que dejarse afectar, perturbar, trastornar por un texto del que uno todavía no puede dar cuenta, pero que ya lo conmueve. Hay que ser capaz de habitar largamente en él, antes de poder hablar de él”. La escritura, en cambio, es un proceso mucho más complicado ya que en éste entran en juego desde el uso de mínimas normas de redacción y conocimiento de la lengua, hasta complejos procesos de abstracción y transmisión de información. La escritura en gran parte es formalidad, a través de ésta se le presenta el mundo al lector de manera ordenada y clara, no de forma “débil o informal” como se representa en nuestra mente o a través de la oralidad en situaciones cotidianas de socialización. Todo texto es una linealidad de signos que puede ser explicada a través de la observación y el análisis de su estructura interna, es un material homogéneo susceptible de ser observado desde sus elementos más mínimos -los fonemas- hasta la concepción del texto como una extensa frase (si se tratara de una novela, por ejemplo) que expresa una intención, como un discurso. El lector se puede conformar con mostrar la estructura sobre la que se sustenta el texto, tratarlo como un objeto sin mundo y sin autor, sin contexto, dar cuenta del conocimiento de éste a partir del análisis de sus relaciones internas, de su estructura formal. También se puede emprender el camino hacia una lectura de nivel más complejo, vital y enriquecedor, se trata del paso de la observación y la comprensión al paso de la interpretación. Para comprender un texto no es suficiente con explicar su funcionamiento y las particularidades que lo caracterizan a nivel microestructural (tiempos verbales, pronombres, cohesión lexical, etc.); tampoco es pertinente interpretar los textos sólo en relación con los gustos, percepciones o preferencias actuales del lector, es decir, desde perspectivas plenamente subjetivas; lo ideal, cuando de acceder a textos escritos se trata, es concebir la comprensión y la interpretación como dos aspectos complementarios y recíprocos. Es inadecuado concebir la comprensión como una práctica del dominio de las ciencias naturales y la interpretación como el objetivo de las "ciencias del espíritu", la comprensión como un ejercicio objetivo y desapasionado y la interpretación como un proceso subjetivo y dominado por instancias psicológicas. Lo que el lector debe lograr es la fusión de la interpretación del texto con la interpretación de sí mismo. El escrito (a diferencia de la narración o el diálogo oral) conserva el discurso y hace de él un archivo disponible para la memoria individual y colectiva, que permite al lector apropiarse de la escritura con el propósito de realizar nuevas interpretaciones de los textos y de sí mismo. A lo largo del proceso de interpretación, que se empieza a prefigurar a partir de la comprensión, la intertextualidad ocupa un lugar central: si la lectura es posible, es porque el texto no está cerrado en sí mismo, sino abierto a otra cosa; leer es, sobre todo, encadenar un discurso nuevo al discurso del texto, relacionar experiencias anteriores de lectura y de vida y actualizar o activar la lectura de nuevos textos o de textos ya leídos a partir de perspectivas nuevas; la capacidad de reactualización de los textos es lo que garantiza su carácter abierto.